miércoles, 4 de julio de 2012

Veces en las que no te aguanto, no aguanto tu mal humor, ni tu orgullo. No aguanto que la pagues conmigo, aún sabiendo que soy la única persona que daría su vida por ti. Que hace todo lo que puede porque tu estés feliz, que aunque esté mal siempre me verás bien, pero es por ti. Incluso ahora, cuando más te quiero, cuando más te odio, no me duele decir que estaré ahí, contigo hasta el fin. Eres todo lo que un día pensé que serías, y nada de lo que pensaba podrías haber sido. Hay veces en las que te odio, porque no puedo borrar los malos recuerdos, pero otras, pienso y pienso en todos los momentos preciosos que hemos vivido, en todos los besos, en todos los abrazos, en todas las tonterías que hacías y haces para verme feliz, cada te quiero, te prometo que llega hasta lo más fondo de mi corazón. ¿De verdad esto merece la pena? Lo nuestro es infinito. Porque eres tú. Siempre serás tú. Desde que apareciste en mi vida aquel día, con tus mil defectos, con tu forma de ser que te convertía en la única persona capaz de hacerme rabiar como nadie. Y aún así… Creo que va siendo hora de que te lo recuerde. De que te recuerde que te quiero, que creo, y sé que soy la única que aguanto tus cosas de niño, tu manera de picarme, tus enfados tontos, tus ñoñeces y cuando te flipas, cuando crees que eres el mejor, cuando crees que eres el peor, cuando lloras o te ríes de esa manera exagerada y un tanto ridícula… O cuando me haces callar o cuando te crees importante… Pero si te quiero, TE QUIERO, con tus virtudes y defectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario